A diferencia de las elecciones de 2015, Podemos ha logrado entender la especificidad de Andalucía y la fuerte implantación de la que dispone IU en las zonas rurales, así como la necesaria autonomía de la formación en la captación de su voto más duro.

Las dos almas de Adelante Andalucía, que balancea entre las zonas rurales a favor de IU y zonas urbanas en las que sale favorecido Podemos, le otorgan una importante ventaja estratégica y una mayor capilaridad que en los pasados comicios. Veremos si son capaces de que la coalición sea, por fin, una suma de ambas fuerzas.